
Todos queremos estar dentro cuando estamos fuera, y cuando estamos dentro pensamos que desde afuera se piensa mejor el estar adentro. Sin embargo desde adentro hacia afuera el desarraigo de uno de los dos puede ser mayor.Un amigo me contó la anécdota que queriendo largarse de éste teniendo poco tiempo de casado se fué de nariz cuando al cabo de unas semanas tenia que cantar al pie de su cama un tema de Alejandro Lerner: "Te necesito Aquí", a pesar de que las cosas entre él y la mujer iban patas arriba. Para esto la esposa ya había entrado en juicios y cuestiones legales -con base en el despecho- que arrebataban toda esperanza de un encuentro amistoso o de una lucha por el intento de poder volver a unirse con la razón y el corazón. El hombre nunca pudo comprender bien los objetivos de la esposa y ésta al parecer tampoco las de él ni antes ni después de casarse. Pero ¿qué era eso que realmente ambos deseaban, en común?: bien simple: una casa. Adentro, por instantes, se peleaban en voz alta. Él recibió una paliza y ella a cambio careció de sus cariños. Aún asi se quiso salir adelante. Nadie se preocupó por ese matrimonio; si se iba a pique o se elevaba por encima de las montañas de la felicidad era solo cuestión de dos, empero, esto se hizo cuestión de cuatro. No se decidió vivir lejos de los suegros, cuya hija al contrario de una rutina matrimonial normal fuera de la placenta maternal y adormecedora de la casa se alegró al saber que el hombre venía a vivir con ellos, ya que casa propia no había aún. Esto determinó el fracaso. Casados entre cuatro, sin espacios ni independencia, ni dulces miradas.
El matrimonio se vive, se hace o deshace en la convivencia, en la tolerancia, en el aguante por ganarse un espacio en la tierra, en el tira y jala, al empujar el carro observando a tu pareja convertirse en la amiga más cercana y hermosa jamás vista dentro de un espectro social de una Lima que es agria, peligrosa y desenchufada, donde las mejores esperanzas de vida, de contención y de estabilidad emocional te las da justamente tu pareja. Este amigo tuvo que claudicar fundiéndo únicas, aburridas y absurdas batallas en el poder judicial.
¿Cúal es el valor del matrimonio?, ¿el mito alrededor de una saco negro y un ajuar blanco perla en un día de fiesta?. Si alguien vió el documental "La Marcha de los Pinguinos" seguro se dará cuenta que este animalito tiene mejor sentido de lo que el matrimonio significa cuando cada uno, macho y hembra, comparte roles y responsabilidades en temperaturas feroces para realizar la hazaña de dar vida y formar a un diminuto pinguino en el centro del recio polo ártico. Una hazaña de amor, comunicación y evolución natural.
He aquí un valor, que ni la tentación más pagana y sanguínea podría romper o el diablo mejor disfrazado de manzana chilena torcería. No es un tema de negocios precisamente sino un acto de compromiso, de valor y desición por un hermoso objetivo en la vida y que hoy en día constituye el único pilar seguro de la especie humana: la familia.
Texto: Ademar Díaz Aparicio
(Imagen:
Adan y Eva, Instalación del artista judío Damien Hirsch)
Del matrimonio tengo una muy buena imagen reflejando a mis padres besandose y queriendose en cada ricón de mi casa, bailando una balada emanando tanto amor, pero la realidad es diferente, no siempre encontramos a la pareja ideal o somos el reflejo de nuestros padres...Ojalá algùn dia, sea igual a ellos...
ResponderEliminarCarla Cruzado P.
El matrimonio solo es un contrato el cual no te garantiza que uno de los dos o ambos rompan las clausalas establecidas. Y estoy 100 % segura que no existen matrimonios perfectos, sólo existen parejas correctas, que encajan dentro de los parametros por los que te encaminas,parejas que te apoyan y a las que apoyas para alcanzar objetivos comunes y por qué no individuales, el amor es eso: velar por los intereses del otro sin egoismos y no esperar recibir nada a cambio, ya que todo cae por su propio peso. Para escoger a la pareja correcta primero uno debe hacer una introspeccion y evaluarse.
ResponderEliminarI'm ok, you are ok. Analisis transaccional, recomendado.
De acuerdo.Algunos tenemos la buena herencia de unos padres funcionales, otros que no, pueden proponen sacar adelante este acuerdo.A veces uno propone la terapia mientras que el otro se opone, lo que tranquilamnete ayudaría individualemente a crecer cada a uno por separado y conjuntamente a ambos a apreciarse mejor.Debería valorarse el trabajo de los profesionales en nuestro medio en este punto tan importante.
ResponderEliminarSi nos pusieramos a decir en todo lo que debería hacerse quiza no acabaríamos la lista. Es cierto lo que dices, mas creo que lo que se impone ante todo son las ganas de salvar las situaciones y salvarse a uno mismo. Y no todos tenemos esa suerte de tener unos padres funcionales, pero quienes hacen que lo sean, en cierto modo, somos nosotros mismos.
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